martes, 2 de abril de 2013

Día 44. Un banco sin dinero.

Amanece un día nuevo. Un lunes festivo. Cumpleaños de Stephen y día libre.

Ger, nuestra host-sister nos recomendó que "nos relajásemos un poco" porque alguien se había convertido en nuestra sombra y tiene que comunicarse con los demás por él mismo, desenvolverse solo. (Ella lo llama instinto paternal)

Bajamos a desayunar cuando Ger nos dijo que había olvidado que hoy tocaba el BRUNCH, más conocido como
Desayuno irlandés.

 De hecho, me explicaron que BRUNCH viene de BReakfast + lUNCH, porque ni desayunan antes ni almuerzan después. Por cierto, la foto que veis es la de un plato, porque no cabía en las fuentes. Fuentes llenas de comida sana :D

Con el estómago lleno, llenísimo, nos dirigimos al centro. A las tres de la tarde en el Spire, lugar habitual de encuentro. Poco a poco, fuimos llegando Jon, Rocío, Alexia, Elisa y yo. Cuando estábamos todos, nos dirigimos a buscar una cafetería donde no hubiéramos estado antes, para hacer algo nuevo.

Pues nos fuimos a un banco. Sí, un banco, pero no de sentarse. 

Muñeco intentando abrir una caja fuerte. No pudo...

...y aunque hubiera podido, no se habría llevado nada, porque este banco no tenía dinero.

Mucho encanto sí. Estaba finamente decorado, con altos techos abovedados, amplios salones y una barra central. Sí, una barra. Antaño fue un banco, pero ahora es un bar o pub o como queráis llamarlo.

Así que allí pasamos la tarde, entre charlas en inglés, italiano y español. Una tarde entre buenos amigos, sólo hablando relajadamente. Y antes de irnos, la gente nos miraba raro... ¿Sería porque hicimos una sesión de fotos a Muñeco en pleno salón?

Muñeco entra en calor junto a esta chimenea, que le hubiera gustado mucho muchísimo a Davi.

Entre todas estas cabezas pensantes, destaca por su color y textura, la de Muñeco.

Dedicada a los amantes de la cerveza. Entre tanta variedad, Muñeco y yo nos decantamos por un delicioso chocolate.

¡¡¡Eh... que no soy un pañuelo!!!

Muñeco se ha vuelto "sugarolic"

Muñeco rodeado de buena gente, de izquierda a derecha, Rocío, Jon, Elisa y Alexia.

Pero aquí no acaba el día. Volvimos a casa a celebrar el cumpleaños de Stephen, con una cena especial (según nos dijeron es lo que toman en Nochebuena) y un postre más especial aún.

Zhao, Muñeco y yo compramos una tarjeta y un pequeño presente: un juego de lógica, de esos que son dos piezas metálicas que hay que separar sin forzar. Al final de la noche, pasamos un rato entretenido, con risas incluídas, viendo cómo nuestra familia intentaba hacer y deshacer el puzzle (menos mal que no nos lo dieron a nosotros, de lo contrario, hubiéramos fracasado estrepitosamente).

Con el estómago lleno llenísimo, volvemos a la rutina nocturna.

Un abrazo a todos. 
Muñeco y yo.

1 comentario:

  1. Tengo q enseñarle a Rubén la foto de los tiradores de cerveza. Se va a quedar flipaito!

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