domingo, 7 de abril de 2013

Día 49. Otra de museos.

Plan para hoy: ir a Phoenix Park, alquilar una bici y recorrer el parque en bici. Para ello necesitábamos quedar temprano. Plan fallido.

Pues nada, otro día será.

Y qué mejor que llenar este vacío espiritual de reencontrarme con el sillín de la bici que con una buena compañía.

Antes de la quedada, hice una fugaz visita a una tienda de juguetes de la que me llamó la atención:

El playmóbil campestre gigante y el playmobil cartero gigante

Los playmobils campechanos gigantes.

El playmóbil agente secreto gigante


Los otros playmobils campechanos gigantes

El playmóbil cartero gigante boca abajo

Y el playmobil gigante hecho de playmobils.

Arturo hubiera disfrutado una barbaridad sólo con verlos.

Pues nada, en Temple Bar, en Market Food que quedamos con Aida y María. Jon se hizo esperar. Aprovechábamos los ratitos de sol, allí, los españoles, apiñados en torno el calorcito del Astro Rey. 

Como no teníamos presiones, ni un horario fijo ni planes para después, nos encaminamos hacia el National Museum of Ireland, Museo de Artes decorativas e Historia a paso lento, firme y seguro, disfrutando del día.

A medio camino, visitamos un pequeño parque pseudo moderno, en las inmediaciones de la destilería de Jameson. Mi gozo en un pozo. Cuando lo visité solo, el juego electrónico funcionaba, pero nos quedamos con las ganas. 



Siempre se es joven para disfrutar de una vuelta en la reolina Aquí, Jon, Muñeco y yo lo demostramos.


Aprovechamos pues para visitar las instalaciones de dicha destilería -pero sólo por las afueras.

Añade un poco de este tónico a tu café y tendrás un café irlandés.

Al gigante alambique, como los Playmobil.


Finalmente, con varias horas de retraso, llegamos a dicho museo, que como no podía ser otro modo, es de gigantescas proporciones. De entre sus numerosas exposiciones, Muñeco quiso retratarse con este renovado velero, copia del que dice tener en Puerto Marina.

Háblame del mar, marinero.

En este Museo podemos contemplar además retazos de la historia más reciente de Irlanda, de las revueltas populares tras aceptarse la libertad parcial de este país, que produjo una guerra civil. Y, como el nombre indica, diversos objetos decorativos y de colección, pasando por una ingente cantidad de monedas, entre la que destaca el Medio Penique, que en inglés es... tachán tachán el Half Penny (¿os suena?)

Decidimos continuar la visita otro día así que, junto a Alex, acabamos la tarde tomando chocolate en una cafetería del Dublín Vikingo. Un chocolate distinto, por su sabor, pero bastante rico.

Antes de tomar el bus, Alex compró bombones en una tienda del centro comercial Jervis, mientras yo compraba un pastel de chocolate para celebrar con mi host-family nuestro quinto aniversario de boda (tarta de chocolate, como nuestra tarta nupcial :d)

Encuentra las 7 diferencias

No podemos terminar sin mencionar al pobre hombre que, como no obtuvo dinero de nosotros, al menos se fue con las manos tersas y suaves...

Un abrazo.
Muñeco y yo.

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