lunes, 18 de febrero de 2013

Día 1. Perdidos en Dublín.



Anoche llegamos bien tarde. Geraldine, la madre de esta familia que nos ha acogido, estaba esperándonos, y tras las preguntas de rigor, preparó amablemente un sándwich.

Conversamos pero pronto tuve que volver a deshacer la maleta. Muñeco está colocado en el alféizar interior de la ventana. Tiene unas bonitas vistas a la parte delantera.

Estaba deshaciendo la maleta aún cuando llegó Luca, nuestro compañero de habitación. Es de Italia, y aunque probablemente nos entenderíamos mejor en nuestras lenguas nativas, usamos el Inglés, que para eso hemos venido.

No me costó mucho conciliar el sueño. Me desperté relativamente tarde. Madre mía, qué descanso. El sol luce radiante en el cielo, y en la habitación (insisto, en la habitación) se está muy calentito. A la luz del día, la casa es más confortable aún si cabe.

Muñeco y yo nos disponemos a tomar el autobús (31-32) dirección al centro. Luca nos acompaña amablemente y nos indica las paradas con unos pequeños trucos.

Mapa en mano, nos dirigimos al Swan Training Institute, para saber su ubicación exacta y poder llegar sin complicaciones al día siguiente.

Volvemos al Trinity y entramos. La foto que compartimos hoy está situada enfrente de la entrada principal de tan magnífico edificio. Quizá intente matricular a Muñeco aquí...


En un arrebato de afán comunicativo, compré un móvil llama-cuelga baratísimo con su tarjeta SIM. Luego me daría cuenta de tan pequeño error.

También aproveché para preguntar dónde estaba Tesco para comprar gel, champú y demás accesorios de aseo personal. Curioso que la bolsa de manzanas me costase más que todo lo referente a droguería.

Ya con el estómago lleno, comencé una ruta turística con una audioguía de Dublín bastante interesante (iWalk Dublin), pero sólo llegué hasta la mitad del camino, ya que estaba claro que debía repetir esta ruta acompañado.

Volvímos por la zona de Temple Bar, cruzamos los puentes sobre el río Liffey para pasear por ambas orillas y acabamos de nuevo en el Trinity College. Nos encaminamos hacia dentro, buscando la "Science Gallery". (Sí, soy un friki de la ciencia y me gusta visitar este tipo de museos en cuanto tengo ocasión...)

Terminada nuestra agradable visita, regresamos a casa, no sin antes buscar desesperadamente la parada, y acabar por preguntarlo en la Oficina de Turismo. Curiosamente, allí estaba Luca y menos mal, porque con toda probabilidad, nos hubiésemos perdido.

A nuestro regreso, tras una ducha calentita (por cierto, esto del grifo termostático, un invento) nos esperaba una cena familiar: bacon ahumado con verduras asadas (zanahorias, patatas, col y algo parecido a la coliflor) y de postre tarta de manzana calentiiiita.

Con el estómago bien lleno, volvimos a la habitación a estudiar.

Y mañana:
El primer día de clase
Visita al parque de St Stephens Green

Un saludo
Muñeco y yo

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