domingo, 24 de febrero de 2013

Día 7. Howth.

Hola a todos. Andamos liados con las cartas de referencia para entregarlas a Laura de Swan y facilitar en lo posible la búsqueda de una práctica que se ajuste a mi formación y experiencia.

Hemos trabajado de nuevo el CV en Inglés, y Louise y Amy, mis hermanas de acogida, me han ayudado a revisarlo para que no hubiesen errores ortográficos o de expresión.

Pero eso es hoy. Hablemos de ayer. Menos mal que revisamos el tiempo y vimos cómo era posible que nevara. Gracias a ello, a primera hora de la mañana, nos encaminamos al Dunes Store del centro comercial St. Stephen Green. Dos eurillos sólo. Estando allí y aprovechando que hay WiFi gratuita, recibí la invitación de mis amigos para unirme a ellos en nuestra peculiar aventura. 

Howth es un pueblecito costero de Dublín. Dicen las buenas lenguas que es muy hermoso. Cuenta con varias rutas, todas recorren los acantilados y, en función del tiempo que se quiera emplear en finalizar la misma, se puede adentrar más o menos en la historia de tan singular pueblo. Decir que la ruta más corta duraba media hora, y la más larga, cuatro horas.

Llegamos los primeros, quizá nos pudo nuestra excitación o que aún no acabamos de cuadrar los horarios. El caso es que hacía fresquito. Bastante. Además, soplaba un viento fuerte. Como bien dice el dicho, allá donde fueres, haz lo que vieres, así que seguí a todo el mundo junto al faro. Camino al mismo, divisé la oficina de turismo, donde nos informaron de lo que podíamos ver por allí. Nos acercamos a un pequeño acantilado para mirar y...



.. sin que sirva de precedente, Muñeco y yo!!!

Cuando llegaron nuestros amigos, volvimos a hacer este mismo recorrido. Con más frío si cabía. Caían pequeños copos que no llegaban a cuajar, pero las temperaturas eran glaciares.  Menos mal que me dejé el pijama debajo.

Recorrimos como cien metros y fuimos a una cafetería, a entrar en calor. Recorrimos otro pequeño tramo, comprobando que el pueblo sí era hermoso, pero ganaría belleza con un poco más de calor y menos viento.

Prueba de agudeza visual: ¿Dónde está muñeco?

Continuamos caminando, con el mar a nuestro lado y una brisa marina helada dándonos fuerte. Llegamos hasta el faro. Volvimos. Y esa fue toda nuestra ruta por Howth. El frío y el horario nos obligó a retirarnos en busca del calor hogareño, no sin antes hacer esta foto de grupo.

De izquierda a derecha, Jon, Aída, un tío feo, Álex, Inma, Lucía y María.

Jose y yo cogimos el autobús de vuelta mientras nuestros amigos iban en tren. La nieve apretaba. Los copos eran más grandes y... bueno os dejamos las vistas desde nuestra habitación.


En casa, calentitos, practicamos la rutina nocturna. La cena consistió en hojaldre de pollo con verduras y de postre bizcocho de zanahoria. Ñam, ñam.

Aprovechamos para enviar un saludo a mi sobrino Jesuli, que le ha crecido el pelo una barbaridad. También a mi familia, los Méndez, que se han comido una hamburguesa todos juntos y no me han esperado. 

Mañana: Más comida y más museos.

Un abrazo a todos (lo necesitamos)
Muñeco y yo.

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