Poco puedo contar del día, en líneas generales, clases, comida con minifiesta (a la que nos referiremos), vuelta al centro comercial a comprar para la semana, casa, ducha y cama.
Así que, mientras esperaba a que el sueño me venciera en la intimidad de mi cama de un solo pero efectivo edredón, busqué información curiosa sobre los sitios que hemos estado. Es otra forma de ver la ciudad.
¿De qué color son los buzones en Irlanda? Teniendo en cuenta que se conoce a esta isla como la esmeralda verde, no podían ser de otro color que del de la esperanza. Ya podemos construir un semáforo con los buzones de Irlanda (verdes), Inglaterra (rojo) y España (amarillo).
Jose quería enviarme por Correo, pero me aferré al buzón. Al fin y al cabo, yo también quiero disfrutar de Dublín.
Esta ciudad está llena de catedrales, monumentos, edificios emblemáticos y placas conmemorativas. Por ejemplo, hay una ruta que se llama tras los pasos de Ulises y en puntos estratégicos de la ciudad, una plaquita en el suelo con un fragmento de este libro de James Joyce.
En el mismísimo O'Connell Bridge se encuentran varias placas de estas. Había una sobre la que había leído, y como cruzamos este punte a diario, unos días iba por un lado otros por el lado contrario, para cerciorarme de la existencia de la misma. Pues sí, existe.
This plaque commemorates Ft. Pt. Nosse. He died under suspicious circumstances when his carriage plunged into The Liffey on August 10th 1919. Vamos, que murió ahogado en el río Liffey porque su carruaje cayó al mismo. Por lo visto, tenía negocios turbios, tanto como las aguas del río que no sirvieron para proyectar una luz regresiva para fin de año, y cuyo botón accionador se encontraba justo donde esta placa. Y no, no fue oficialmente sustituido el inútil botón, sino que se trata de una BROMA. Sí, una broma. Al parecer, algunos bromistas (que de eso tienen fama los dublineses, de reírse hasta de su ombligo) colocaron este cartel en conmemoración de alguien que no existió. Incluso se pensó en retirarlos. Pero los dublineses le tomaron cariño y se opusieron a ello.
Finalmente, paseando por distintos puntos de la ciudad, hemos visto una exposición callejera (por llamarlo así) donde hay unos huevos giiigantescos. En principio, pensamos que sería para anunciar la llegada de la Pascua cristiana, ya sabéis lo de los conejos y los huevos de chocolate. Pero no, es una iniciativa patrocinada por Lily O'Brien's cuyos beneficios irán destinados a Jack & Jill Children's Foundation. Hay más de cien huevos repartidos por toda la ciudad, se pueden adquirir online (mediante subasta), varios artistas irlandeses han participado en su realización... En fin, toda una curiosidad digna de mención.
¿Cuántos tortillas podríamos hacer con este huevo?
En fin, mañana será otro día. Para hacer más llevadera la espera, he caído en la tentación y he comprado chocolate para untar, pero una marca blanca (deliciosa, no obstante).
Aprovechamos para mandar dos saludos. Uno a Jonatan, que fue quien encontró la placa tras nuestra infructuosa búsqueda (y es que esperábamos una placa grande pero como podréis observar por el tamaño no es así) y otro para la tita Mafalda que también nos deja comentarios.
Próximamente: Curiosidades sobre Dublín (2)
Mañana: Howth o cómo no morir de frío.
Un abrazo desde una calentita habitación con un ventanal inmenso desde donde hemos visto esta tarde cómo caían pequeños copos de nieve.
Muñeco y yo.
Finalmente, paseando por distintos puntos de la ciudad, hemos visto una exposición callejera (por llamarlo así) donde hay unos huevos giiigantescos. En principio, pensamos que sería para anunciar la llegada de la Pascua cristiana, ya sabéis lo de los conejos y los huevos de chocolate. Pero no, es una iniciativa patrocinada por Lily O'Brien's cuyos beneficios irán destinados a Jack & Jill Children's Foundation. Hay más de cien huevos repartidos por toda la ciudad, se pueden adquirir online (mediante subasta), varios artistas irlandeses han participado en su realización... En fin, toda una curiosidad digna de mención.
¿Cuántos tortillas podríamos hacer con este huevo?
En fin, mañana será otro día. Para hacer más llevadera la espera, he caído en la tentación y he comprado chocolate para untar, pero una marca blanca (deliciosa, no obstante).
Aprovechamos para mandar dos saludos. Uno a Jonatan, que fue quien encontró la placa tras nuestra infructuosa búsqueda (y es que esperábamos una placa grande pero como podréis observar por el tamaño no es así) y otro para la tita Mafalda que también nos deja comentarios.
Próximamente: Curiosidades sobre Dublín (2)
Mañana: Howth o cómo no morir de frío.
Un abrazo desde una calentita habitación con un ventanal inmenso desde donde hemos visto esta tarde cómo caían pequeños copos de nieve.
Muñeco y yo.
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