7:00 de la mañana. Suena el despertador, como cuando teníamos clase por la mañana. Nos levantamos sin trabajo, con mucha ilusión. Ducha para despejar nuestra mente de los fantasmas de la noche. Vestidos de punta en blanco, con nuestro mejor atuendo (pero no con pantalones marrones), desayunamos y emprendemos el camino hacia nuestra nueva parada de bus, enfrentándonos a una fría mañana dublinesa.
9:00. Nuestra hora concertada era de 9:00 a 9:30. Aunque a las 8:55 ya habíamos llegado allí, no queríamos pecar de impacientes. No es recomendable. A las 9:00, empujamos la puerta giratoria del edificio blanco donde está el departamento de Citología y Patología del Real Colegio de Cirujanos de Irlanda, RCSI, que es nuestra empresa de acogida. El doctor Tony nos atiende amablemente. Nos pone en antecedentes de nuestras tareas y comenzamos.
10:30. Para obligatoria para un café. Como aún no conocemos a nadie, damos una vuelta para reconocer el terreno. Desistiremos de tomarnos un café de 3 euros en la cafetería del hospital. Así que nos conformamos con las chocolatinas que el dr. Tony nos ha ofrecido.
13:00. Con la tarea casi finalizada, nos vamos bajo la petición del dr. Tony, porque el edificio cierra sólo hoy a esa hora. Satisfechos, volvemos a casa. La tarde se ha vuelto un poco más cálida y soleada. Llegamos a casa sobre las 14:00 horas. Tras una ducha más que necesaria, almorzamos y decidimos esperar a nuestro compañero, que llegaba hoy, estudiando como es habitual.
Hoy estaba siendo un día un poco complicado. Fantaseamos con pasar estos días en España. Sorprender a Arturo y Davi. Pero asumimos que no es posible, así que estábamos más tristes de lo habitual, a pesar de lo genial que estaba resultando el día.
Ger, nuestra host-sister, nos alegró el día. Con esto:
Muñeco sentado sobre nuestro enorme -y delicioso- huevo de Pascua, cortesía de la familia Brooks. Venía, además con tres chocolatinas. Ya hemos dado buena cuenta de todo ello.
Media hora más tarde, llegaba ZhaoChenChen, nuestro nuevo compañero de habitación. Es de China. No habla nada de Inglés. Pero se ve muy tranquilo y con ganas de aprender el idioma.
Trajo varios regalos para la familia y un té chino del que dijo sólo se producían 10 kilos al año y que tenía propiedades depurativas para el organismo, reducía los niveles de colesterol, era bueno para el corazón y disminuía los valores de la tensión arterial.
Esto último tendría consecuencias... pero eso sucedió al día siguiente...
Un abrazo.
Muñeco y yo.
Os dejamos con un genial resumen que nuestra compañera Inma publicó en su muro de Facebook sobre la estancia en Dublín.
Experiencias de vida maravillosas: momentos y lugares, frío y taquicardias, anécdotas y costumbres, pintas y música, 4 seasons in a day, lo necesario del picante, lo indio, el humor irlandés, las pintas y las ciders de sabores, la supervivencia, el caminar, la rotonda, debilidades femeninas, Artane forever, los chocolates with marshmallows, la tarjeta del Tesco, la energía del irish breakfast, los curas del pueblo, los pollitos de pascua, el Shepherd´s pie, el stew y el chicken casserole, los intercambios estáticos, las escaleras del SWAN, el acento andaluz, las charlas de no parar, las pelis en inglés y sin subtítulos, el fango del cesped de mi calle, el frío de HOWTH, el slang, Hey!, el kit de supervivencia ( gorro, guantes, bufanda y abrigo), los sandwiches, las chocolatinas digestivas, las patatas de sabores imposibles y las patatas asadas, fritas, cocidas, en pure, en pastel, en paquete, en forma de rizos, con especias, las cookies del Dunnes, los yogures YOPLAIT, confusiones con la lateralidad, despedirte de los autobuseros con un Thankiu, las presentaciones en Inglés, el folclore, piensa en verde, las barbas pelirrojas, las piernas al aire, godblessyou, Aón, do, trí, las excursiones, las tertulias...continuará.
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